Casting: Sailor Mars

El sol apenas despuntaba aquella mañana en los exteriores del Templo Hikawa, pero la joven sacerdotisa llevaba ya un rato cumpliendo con sus deberes.
Barría quizá demasiado enérgicamente, cualquiera que la viera notaría un evidente enfado en su lenguaje corporal, sumado a los constantes resoplidos y maldiciones que soltaba por lo bajo. Si las miradas mataran, cualquier persona que se cruzara entonces con Rei Hino, seguramente terminaría calcinado.

-¡Nicholas!... ¡NICHOLAS! -Le gritó, nada amablemente, al ayudante de su abuelo-. ¿Dónde, por Buda, se metió este chico?

No recibió respuesta más que el graznido de uno de sus cuervos, el otro se colocó en su hombro derecho y se lo picoteó suavemente, con cariño. Recargada en la escoba de paja, Rei acarició el plumaje de Phobos. Siempre había tenido una especial conexión con sus cuervos, más que con una mascota común y corriente, le costó tiempo y convertirse en una Sailor Scout conocer la verdadera razón, eran sus guardianes, pero para ella eran su familia.

La sonrisa que entonces le dedicaba a sus cuervos le duró menos que nada, un enorme adorno en forma de panda la golpeó en la cabeza, cayendo de un árbol cercano.
La noche anterior se había celebrado el festival de los niños en el templo Hikawa, y ahora era ella quien debía limpiar todo, como si no hubiese tenido suficiente con lo padecido la noche anterior: Su abuelo tratando de estafar a los hombres, seducir a las jovencitas, Nicholas siguiéndole el juego. Y sus amigas no se habían comportado mucho mejor: Serena comiendo dulces como si no quisiera dejar ni uno para el resto del mundo y haciendo el ridículo, Minako coquetéandole a todo lo que tuviera pantalones... Ahora que lo pensaba, su abuelo y Mina tenían demasiado en común, y ello no podía si no perturbarla

Estaba por empezar a gritar otra vez al joven ayudante del templo cuando todo cambió: El aire cambió de dirección y empezó a soplar demasiado fuerte, las aves dejaron de cantar, se sentía como si mil ojos la miraran al mismo tiempo y un segundo después, todo regresó a la normalidad, como si de un suspiro contenido se hubiera tratado. En definitiva, era una energía oscura, Rei tenía demasiado experiencia en ello como para reconocerla.

Sin pararse a ver qué hacía, dejó la escoba tirada y entró corriendo al templo. Phobos y Deimos, sobre las ramas de un cerezo, miraban hacia todos lados, como esperando que algo pasara.
En el salón del fuego, Rei se arrodilló frente a las llamas, después de colocar unos sellos, decir una plegaria y con un amuleto de cuentas en las manos, usó todas sus fuerzas en concentrarse, permitir que sus poderes videntes fluyeran y lograr descubrir qué había sido aquello. No sabía si habían pasado dos minutos o dos horas, pero se sentía agotada, su cabello se le pegaba a la frente de lo sudada que estaba, pese a sentir frío. Creía que no lo lograría, cuando pasó: No vio demasiado, sólo un par de ojos pálidos, como los de un gato, pero en el rostro de un hombre, una risa que hizo que la piel se le erizara, y luego nada. Incluso las llamas se apagaron.

-No puede ser... -Musitó. Rei estaba atónita, aun así se levantó y encaminó a la salida del templo con decisión-. Debo avisar a las chicas, no hay tiempo que perder.


---
Nota de Roler: Me basé en la información del anime/manga, aunque el enfoque de personalidad que le quiero dar a Rei sea más bien el del anime, me parece más divertido, espero que no haya problema. También tomé en cuenta los datos de la ambientación e historia del foro.